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PADELEROS FIESTUQUEROS

21.04.2013 21:57

 

 

 

No hay C.E.O. -Director Ejecutivo- que se precie que no practique un deporte de competición. Yo, elegí el pádel, como opción más relajada frente al tenis, que venía practicando “from time to time”.

Para aprender la técnica me apunté a clases, previa la realización de una prueba de nivel. Allí estaba yo, después de titantos años jugando al tenis -eso sí, poquito- en el nivel 0 de pádel.

El profesor, Sergio, un vividor madurito– como decía mi abuela, “en la plenitud de la vida”- moreno y algo entrado en carnes, se mueve con agilidad, haciendo que parezca muy fácil.

Al cabo de un par de meses, he conseguido las medidas del campo de pádel, que se me hacían un poco pequeñas respecto al tenis y sobre todo me queda claro, que como todo en esta vida:

-        ¡Lo importante es meterla!

Aprendida la primera lección, su ilustrísima, me propone un ascenso en mi carrera: ¡pasar al nivel 0+!

Acepté el reto, no sin recelo, ya que el grupo de nivel 0 era muy “majo” y lo iba a echar de menos.

El primer día, además de a mi profesor, reconocí en el nuevo grupo a Claudio, “el terror de los aires”, un piloto en sus cincuenta, padre de un compañero de baloncesto de mi hijo Javier. Claudio se movía como pollo en el corral, era claramente el líder.

El otro chico en el grupo, Diego, “el abuelo”, con casi 80 años pero una mentalidad de titantos y un cuerpo de 60, siempre sonriente y desafiando al tiempo, con sus pantalones cortos hasta los días más fríos del invierno.

Luego está el resto del grupo “las niñas”: Conchi, Susana, Raquel sénior, Raquel junior, Cristina, Ana, Elena, Rosa y servidora.

La jornada empieza con una provocación:

-        ¡Yo de mayor quiero ser como tú!, me dice Sergio, mientras saludo a mis nuev@s compañer@s.

-        ¡Será desgraciado, si es de mi quinta!, apuntillo.

Hoy tengo que demostrar que me merezco el ascenso a esta división. ¡Estas chicas le dan bien!

-        Empezamos, dice su ilustrísima, haced dos filas. Os tiro una de fondo y la devolvéis con globo y luego una volea en la red.

¿Qué es una volea? No pienso preguntar y quedar como una pardilla. Me pongo la última para ver qué hacer y aunque llego al rebote, a duras penas la devuelvo. Mientras compruebo si pasa la red o no, se me pasa correr a la red a por la volea.

-        ¡Hay que estar preparada y agacharse a recibir!, me dice Sergio.

¡Cuántas expresiones en los deportes  tienen un significado con alto contenido sexual!, pienso y, mientras tanto, se me pasa cambiar de fila y ya no se detrás de quién voy.

-        ¡Abuela, que te toca!, dice Raquel junior sonriéndome.

-        ¡Será hija de la gran ****!, pienso, ¡vete a tomar…. fanta!

Corro a por la bola, pero sale muy baja de la pared y  no llego a tiempo.

-        ¡Mierda!, me ha salido alto y sentido y, se ha hecho el silencio alrededor.

Y ya empezaba Sergio a decirme lo de que me agache, cuando le suelto:

-        Si es que no me la tiras bien. ¡Repite!

-        Como que en los partidos, te la van a tirar donde tú quieras!!- contesta.

Sergio, sigue la ronda ignorándome, como de costumbre y le provoco:

-        Claro, aquí sólo les repites a los chicos. ¡Manda webs!

-        ¡Mira la nueva, cómo se te revuelve!, dice Cristina.

Manuel, mi profesor de natación, que también da clases de pádel, lleva unos minutos junto a la cancha e interviene:

-        ¡Ni debajo del agua!. Mar no se calla, ni debajo del agua.

-        ¡Ay Señor, llévame pronto!

 

 

Mar H.M

C.E.O. de Entorno Familiar, S.L.

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