RECOMENDACIONES: Gambia 14/12/2012

16.02.2013 08:33

 

Mis queridos amig@s:

Nos hemos mimetizado tanto con esta sociedad, que nos pasamos el día cansadas. Hoy, para compensar,  hemos decidido ir andando al mercado de  Serekunda.  Por más que hemos preguntado la distancia en kilómetros desde  Kombo Beach, no lo hemos conseguido. Los aborígenes, han intentado disuadirnos de ir a pie, pero es que no saben de lo que son capaces Las  Herrero.

Seleccionamos el estilismo adecuado para un paseo por la Gambia profunda: deportivas, pantalones vaqueros finos y camiseta, sombrero y gafas de sol. En la mochila, unos dalasis (moneda de Gambia) y euros para cambiar, caramelos, agua y crema solar y, en la mano la cámara de fotos.

Antes de salir, mi  twin, una mujer de mundo, se sintió en la obligación de recordarme todas las recomendaciones que había encontrado en internet y otras de su propia cosecha:

-          No se da dinero por hacer una fotografía. Si no quieren, no les hacemos fotos pero, que te quede claro que si le damos dinero por las fotos generamos una mala praxis.

Esta instrucción, la llevo grabada a fuego, porque en Tailandia se me ocurrió darle dinero a un niño después de que le hiciéramos una foto y… ¡me dio el día con la mala praxis!

-          No aceptamos regalos, que luego querrán cobrarlo de una u otra manera.

-          Cuando veamos a un rasta, recuerda que es muy probable que sea un  bumster  (tramposo) y nos pueden montar un pollo, así, que “paella”, lo ignoramos y con un poco de suerte nos dejará en paz. Según internet, se te pegan y después  te exigen el pago como guías.

Para terminar de preocuparme cogió la recopilación de guías que llevaba impresas y me mostró la parte en que se hacía referencia a éste fenómeno:

Bumster (del inglés bum, tramposo, vago). Suelen apostarse en las playas o fuera de los hoteles, a la espera del turista incauto. Puedes encontrártelos solos mirando al horizonte esperando a su próxima víctima, o en grupos. Si tienen estética rasta las posibilidades de que sea un buscavidas en busca de mujeres solitarias aumentan exponencialmente. Hay que estar preparado para una ráfaga continua de preguntas personales, historias lacrimógenas, favores y la manida estrategia de amistad entre razas. Todos aquellos que no deseen esa atención deben utilizar una combinación de cortesía, ingenio y sobre todo determinación para conseguir que los dejen solos. Si esto no les funciona, menciona la posibilidad de denunciar el hecho a la policía turística. Cuando se les denuncia, suelen pasar una noche en prisión y, les obligan a realizar trabajos comunitarios en las playas, por lo que suele funcionar.

 


Tras la lectura, me quedé francamente preocupada. ¿No sería mejor quedarnos en el hotel? Y es que, tengo que reconocer, que me gusta la seguridad.
 

Nada más asomarnos a la entrada del hotel, recibimos múltiples invitaciones de los taxistas, para hacer uso de sus servicios, que declinamos con la fórmula exitosa de “A-BA-RA.-KA”.

Como dudábamos qué dirección seguir, le preguntamos a una policía que estaba sentada a la sombra sobre una caja. No nos concretó la dirección hasta haber pasado el ritual de bienvenida:  Are you ok? Where are you from? What is your name?... y tras convencerla de que nos gustaba andar y hacer fotos nos indicó que siguiéramos todo de frente.

La carretera atravesaba un río y nos paramos a contemplar desde el puente, las vistas. ¡Qué bonita es la naturaleza salvaje!

Mi twin, empezó su sesión fotográfica:

-        Ponte ahí.

-        No, más a la derecha.

-        Acércate un poco….

Con Cayetana, la vida de la modelo es un continuo cambio.

Estábamos en estas, cuando se nos acercó Bob Marley.  Como mi hermana lo tenía de espaldas, dije:

-        ¡Paella por detrás!

Pero ya era demasiado tarde.

-        Are you ok?, nos preguntó.

-        Yes, thank you, contesta mi twin, mientras yo me hacía la sorda.

-        Where are you from? Continuó.

-        Sorry, we want to be alone. A-ba-ra-ka! Dije, para atajar el ritual.

Sonrió sorprendido y me preguntó quién me había enseñado mandinga, pero no se detuvo.

-        It´s your first time in Gambia?

Antes de que me diera tiempo a contestar, Cayetana se me adelanto.

-        Yes.

-        How long have you been here?

-        More than a week, dije. Al menos, que piense que ya estamos informadas.

Empezó a señalar los pájaros que había en el río y Cayetana, le entró al trapo. El chico parecía conocer las especies y nos ofreció un paseo guiado por el río. Yo, empezaba a ponerme nerviosa y, mientras retomamos el paseo, volví a mis trece:

-        Sorry, we want to walk alone. A-ba-ra-ka!

-        My name is Ibrahim. I´m a local guide. What´s your name?

-        I´m Elena and my sister is Mar.

-        You speak English very well.

El chico sabe de psicología, había cazado en un segundo el punto flaco de mi hermana, que se infló como un pavo, con el comentario.

-        I don´t want your money. I´m not a bumster. I only want to Know you and give you the chance to know the real Gambia, if you want.

¡Cómo no se daba cuenta mi twin!Excusatio non petita, acusatio manifesta”, esto es,  excusa no pedida = culpable. ¡Era un BUMSTER! Eliminando la sonrisa de mi cara, eché una mirada intensa a Cayetana y le dije:

-        ¡Paella ahora mismo!

Pero ya nos había seleccionado como víctimas y seguía a nuestro lado, explicándonos las ventajas de contratarle. En el hotel cualquier excursión nos saldría por más del doble. Además, con él y sus amigos, -nos señaló al otro lado de la carretera un tenderete, donde había otros tres chicos tumbados a la sombra-, podríamos ir a conocer la Gambia real, incluso se ofrecía a presentarnos a su familia.

-        Sorry, we want to walk alone to Serakunda. A-ba-ra-ka!, dijo Cayetana.

-        I will wait for you, in my office, Elena. Dijo, señalando el tenderete.

-        Ok, contestó la pardilla.

Yo creo que se dio cuenta de mi desconfianza, me miró y dijo:

-        ¡En Gambia no pasa nada!

¡Justo lo que yo necesitaba para quedar más preocupada! Cuando ¡por fin!, nos deshicimos de Bob Marley, le reproché a mi alter ego – mi otro yo, más mayor- que le hubiera dado cancha al rasta, porque estaba claro que era un bumster.

-        Alea jacta est - la suerte está echada-, pensé, quizás se cansara de esperar.

¿Qué creéis que me dijo? De repente, todas las recomendaciones de internet dejaron de tener importancia. Incluso se atrevió a argumentarme, que contratar las visitas en el hotel era un error y que no perderíamos nada por ver qué excursiones nos ofrecían.

-        I can´t belive it! Lord, carry me son!, pensé en inglés, para que no se enterara.

El sol aún era soportable y la carretera principal,  dejaba un espacio terroso hasta las primeras edificaciones, las que estaban en mejores condiciones, que tapaban un interior de habitáculos de adobe y restos de todo tipo (uralitas, latón, trozos de madera…) en calles de tierra, llenas de basura: la Gambia real.

Pero los niños sonreían y las mujeres, lucen vistosos vestidos y peinados muy elaborados. Es otra realidad, que no echa de menos la higiene, ni las comodidades…no conocen el ahorro, ni los seguros y tienen,  algo que en nuestra sociedad se ha perdido: la solidaridad. Lo poco que tienen lo comparten.

 

REFRÁN PARA SU REFLEXIÓN:

 “No es pobre el que poco tiene, sino el que mucho quiere


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